Notas del ideario futbolístico básico.

A medida que se acerca el final de la primera vuelta el equipo funciona según los parámetros previstos. Al ser nuestra primera temporada y al mismo tiempo la del 50% de la plantilla, empezamos armando el equipo de atrás hacia adelante.

SESIONES TÁCTICAS.
Lejos quedan aquellas sesiones tácticas con el portátil en las que se intentaba explicar a los jugadores la importancia de la ocupación correcta de espacios y de la implicación solidaria en el esfuerzo colectivo de proteger nuestra meta.

CONVENCIMIENTO.
Si hemos conseguido estar actualmente fuera del descenso es gracias a esa solidez defensiva que poco a poco desarrollan los jugadores de manera automática y sin necesidad de recordatorios semanales. Asumo que dicha asimilación se ha producido a gran velocidad por el convencimiento que tienen los propios jugadores de lo que hacen, de que es lo mejor para el equipo, de que con los elementos que poseemos es la solución más efectiva.

DIVERSIFICACIÓN, REALIZADO NIVEL I... PASAMOS A NIVEL II.
Pero ese orden defensivo no sirve cuando el rival apuesta por replegarse atrás, buscar contras o juego directo... cuando no le importa cedernos el balón. Nuestro equipo está confeccionado con los jugadores que han querido venir, no hay ningún fichaje, muchos de ellos llamaron diciendo que no tenían equipo...si podían entrenar. Es obvio que no teníamos jugadores "caros" que permitieran llevar una iniciativa con posesiones largas sin esfuerzo. Por eso tenemos que entrenar más que el resto. Aquí  es donde situamos el segundo nivel de nuestro programa futbolístico: Mejorar el ataque.

Ningún entrenador que sea entrenador ( permitidme que con esa repetición aparte a los alineadores de jugadores) se permite el lujo de no trabajar, no entrenar duro... y dejar que sean las individualidades las que le resuelvan un partido. Ese tipo de entrenadores no duran mucho en los sitios. En sitios serios, lo normal es que detrás de cualquier orden ofensivo haya un gran trabajo táctico. 

En ese momento nos encontramos, estamos intentando sentar las bases de distintas maneras de atacar para  que ocurran por arte de magia esas jugadas que acaban en gol.

Desde mi punto de vista, lo idóneo es dominar correctamente dos aspectos del ataque: Salida del Balón (jugado desde atrás) y Finalización. Dentro de la Finalización hay dos grandes apartados: el Contraataque y el Ataque elaborado.

Nuestros entrenamientos, por lo tanto, están actualmente orientados en conseguir una transferencia del juego desde nuestra área hasta la rival, intentado realizarla sin necesidad de envíos largos que puedan ser neutralizados.

 Primamos el pase seguro, siempre en oblícuo, la creación de espacios contínua y sobre todo una mentalidad de sacrificio que permita, dentro de mi nota característica de obligada polivalencia, aunar esfuerzos en lugar de restarlos, porque no hay nada más perjudicial para la salud de un sistema táctico que una carrera dada en balde acompañada de un reproche. Por ello intento que en mi sistema todas las carreras (desmarques) tengan una razón, una aceptación y una recompensa.

Comentarios