Critican a Marcelino por no ser fiel a su librillo. La actitud es importante, pero tener las ideas claras lo es más.

Conseguir que un equipo de fútbol sea reconocible aunque les cambies a los jugadores las camisetas... es lo que diferencia a un buen entrenador de un simple alineador de jugadores.



Y no hablo de sistemas de juegos, de agrupación de jugadores en una zona determinada del campo... me refiero al espíritu y la actitud de un colectivo que saben qué tienen que hacer cada minuto del partido. Eso requiere un titánico esfuerzo para convencer, que no ordenar, a 24 personas del porqué de todas las acciones que deben realizarse a lo largo del encuentro. Si bien es cierto que si no consigues convencer a alguno, lo mejor es invitarle a irse del grupo, porque a la larga puede desencadenar divisiones (parece que Kanuté siempre quiso jugar con dos puntas, Marcelino con uno.

Cuando se consigue que la plantilla piense como un único jugador se tiene una gran parte del camino hecho. Pero queda lo más  difícil:  mantener por parte del técnico una línea de actuación coherente con todo lo que se ha estado predicando y exponiendo en charlas, individuales y colectivas, en entrenamientos, por líneas y grupales, en conferencias de prensa... no traicionarse a sí mismo por un resultado concreto, porque puede abrirse una brecha de incredulidad mortal en la confianza y el discurso existencial mantenidos.

Hay veces que es mejor perder unos puntos que perder la identidad. El pasado domingo mi equipo, de 1 regional, iba ganando 1-0 a un rival directo. A los 10 minutos aproximadamente de la segunda parte, un jugador del centro del campo se me auto expulsa por doble amarilla. Mi idea durante toda la temporada es transmitirle a la plantilla que hay que ir a por el partido, intentar jugar raso, sacar el balón jugado, ser ambiciosos... si llego a replegar al equipo con 35 minutos por delante... hubiésemos caído seguro. Ellos recurrían al juego directo desde la defensa. Saqué otro delantero de refresco y me quedé con un 1-4-3-2, buscando presionar hasta la extenuación, que el rival no percibiese debilidad... y sobre todo... que mis jugadores entendieran que había que ir a por un gol más, porque  mi filosofía dice que cuando atacas te cansas menos que cuando defiendes... acabamos ganando 2-0, con 4 postes.

Leo en la prensa que Marcelino, en el partido contra el Villareal, hizo un cambio de sistema en el descanso que traicionó las ideas y conceptos que ha mantenido todo el año... sólo digo que antes de criticar hay que conocer bien cuales son sus ideas, saber qué buscaba con los cambios, analizar si fue coherente con las posturas mantenidas en encuentros anteriores...  pero que antes se le pidiera que jugara al ataque y que ahora se le critique por hacerlo, no deja de ser algo normal en aficionados y medios de comunicación, el descontento constante porque ven que el Mister es voluble a las insinuaciones, que  no encuentra la tecla, que duda... En esa tesitura de desconcierto se hacen grandes Mou y Pep (no dudan, saben lo que quieren, transmiten seguridad) porque en esta vida futbolística a un entrenador se le puede perdonar todo, todo, todo... menos que no sepa qué es lo que quiere y que su equipo no sepa a qué juega.

Comentarios

  1. Bueno, amigo, ahí me has dado. En primer lugar felicitarte por tu actitud táctica en el partido. Yo intenté lo mismo en un partido contra el Málaga, 1º y que solo se ha dejado 7 puntos en esta liga. Ganaba 0-2 y me expulsan a un central que provoca un penalty y el 1-2. Cuando lo lógico era echar al equipo atrás, seguimos atacando, creando ocasiones y sufriendo mucho. Al final 2-2, pero quién dice que limitándome a defender no hubieran sido más las ocasiones rivales e incluso más amplio el marcador a su favor. Otro aspecto a valorar es el nivel emocional de los jugadores, empatamos pero salieron del campo como auténticos campeones y con la moral por las nubes, lo contrario, hubiera sido una derrota y una decepción.
    Sobre Marcelino, decirte que tienes mucha razón. Yo, sevillista, aún no sé a qué juega, por lo que no puedo criticar si sigue su filosofía, pero el no reconocerla ya es un punto negativo, no? Ver el 2º gol del Villareal es la confirmación de que no es una cuestión de filosofía, sino de actitud, 4x2 en un contrataque. Creo que Marcelino se veía fuera del equipo y quemó la última antorcha que le quedaba, ataque total y todos arriba, cuando lo ideal siempre es el equilibrio. Un abrazo.

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