Nuevo reto, nuevas ilusiones.

Esta semana firmé como técnico del Guillena CF. Me llamaron una vez destituido el anterior entrenador,me conocían de años anteriores y grandes amigos (directivos de mis antiguos equipos) les habían hablado de mí manera de trabajar. Fue una conversación clara y directa: querían contar conmigo por mi perfil de entrenador de cantera y mis entrenamientos táctico-lúdicos.

El objetivo no es la permanencia; me han encomendado algo más profundo; una manera de trabajar que asiente a una generación y permita una estabilidad a medio plazo, apostando por el futbolista local. Saber que otros entrenadores como Raúl y Antonio apuestan por la misma filosofía de juego hizo que me animara para generar entre todos una nueva manera de ver el fútbol en la localidad, desde la base al primer equipo. En Guillena y alrededores hay muy buenos jugadores: con nervio, garra, técnica... orgullosos de ser así.

La realidad: Ultimos en la clasificación, problemas con los focos, problemas con el césped, 11 lesionados... nada enturbia mi visión: trabajo-trabajo-trabajo, Trabajo x3. Las excusas no van con nosotros, nos motivan.

Han bastado las cuatro sesiones de entrenamiento de esta semana para apreciar que hay materia prima para ser COMPETITIVOS. Un equipo sin su afición no es nada, por ello, la primera misión del partido del domingo es esa: TRANSMITIR a los aficionados  para que sepan que, independientemente del resultado, tienen un EQUIPO, que entiendan que trabajando TODOS muy duro llegarán las alegrías.

No prometemos que sea pronto, pero llegarán... y cuando este equipo se reconozca a sí mismo obtendrá lo más esencial: EL ORGULLO.

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