Cuando el resultado es lo único que importa suelen perderse por el camino muchísimas cosas. Cuando eres capaz de valorar todo lo que rodea algo tan fabuloso como pertenecer a un equipo de fútbol y representar a un sentimiento de Club, obtienes una recompensa diferente: mejoras como persona.
Ser capaz de dar lo mejor que tienes; levantarte a pesar de las adversidades, dejar tu egoísmo personal y mirar por el que tienes al lado... forma parte del deporte y de la vida.
En estos momentos tan duros para todos, donde a pesar de entrenar (muchas semanas de 4 días) y de cumplir con el objetivo de ir formando juveniles y cadetes para el futuro, no salen las cosas, la plantilla ha tenido el detalle de acordarse de los niños que aún no han podido escribir la carta a los Reyes Magos.
Cuando sólo miras el corto plazo lo acabas pagando.
Estos jugadores y todos los que los rodean ( en la foto Manuel y Antonio) son gente honrada y trabajadora que no se borran ahora que es complicado estar con el equipo. Las buenas personas son siempre necesarias.
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